lunes, 24 de febrero de 2014

Facebook compra WhatsApp: reflexiones



La noticia tecnológica de la semana pasada fue, sin duda, lacompra de WhatsApp por parte de Facebook. Pero quizás lo más rimbombante de esta adquisición fue la cifra que pagará la red social por el servicio de mensajería instantánea: 19.000 millones de dólares. Una auténtica barbaridad. ¿Vale tanto?

En esto de Internet, donde proliferan las burbujas, se pierde uno con la cuestión del valor. Ya lo comenté en su día cuando me enteré de que Google valía en Bolsa más que la petrolera ExonMobile (unos 395.400 millones de dólares o 289.986millones de euros).

WhatsApp supone un producto que permitirá a Facebook meterse de lleno en la telefonía móvil -algo que, según dicen los expertos, se le estaba resistiendo, a pesar de que todo el mundo tiene la aplicación de Facebook en el móvil- a través de una empresa que ha conseguido  450 millones de usuarios en cinco años. Pero, como probablemente ocurra, muchos de los usuarios de Facebook ya lo son también de la mensajería instantánea, por lo que poco se puede ampliar la base de datos. Además, ¿dónde está el negocio multimillonario? ¿En los datos?, ¿en la publicidad?, ¿en ambos?
Una cosa está clara: las grandes corporaciones tecnológicas no pararán hasta que compren todo aquello que consideren que genera algo de valor en esto de la tecnología. La concentración en pocas manos de las grandes empresas de Internet -citaba previamente el ejemplo de Google- plantea un universo oligopolístico a medio plazo.  

WhatsApp tiene tan sólo 50 empleados, y las críticas a su servicio y a la seguridad del producto están a la orden del día. Es cierto que Internet es un mercado muy volátil, pero si cada aplicación o invento que surja para la red y que tenga algo de potencial es rápidamente adquirido por una de las grandes, la volatilidad se reduce a un trasvase de líneas de negocio dentro de una misma compañía. El pelotazo que han dado los amigos del guaseo, repartiéndose tanto dinero, es obvio. Otra cosa es que estos precios estén dando una información errónea al mercado hinchando de nuevo las burbujas de las puntocom.

Según leemos en El diario.es, la competencia de WhatsApp no es que esté muy aventajada: “La excesiva estrategia publicitaria de LINE no lo hacen el mejor amigo en este momento. Heml.is se mantiene en desarrollo perpetuo. Telegram se plantea como una opción muy a tener en cuenta”. Por el contrario, Enrique Dans  mantiene que “en mi modesta opinión, WhatsApp es una aplicación de mensajería instantánea mala e insegura, creada por una empresa con una estrategia inconsistente. Un producto perfectamente sustituible y sin una ventaja competitiva consolidada”. En fin, opiniones para todos los gustos.

Está claro que lo que se persigue es un posicionamiento estratégico y éste se basa en controlar el mayor número de información del mayor número de usuarios. Estamos llegando a un callejón sin salida en el que todo lo que vamos soltando en el ciberespacio puede llegar a ser utilizado de forma poco clara por grandes industrias transnacionales. Desde el móvil hasta el correo electrónico,  cada vez hay menos empresas que participen en la competencia por nuestros datos a través de sus servicios.
A pesar de que las barreras de entrada en Internet son bajas -casi cualquier entendido puede arrancar una StarUp-, la fuerza que están cogiendo Facebook y Google es tal que no sé si es posible que a corto plazo puedan tener unos rivales que les hagan la competencia sin que terminen o bien siendo absorbidas, o bien siendo demolidas por no poder competir.
Veremos cómo sigue el mercado dos punto cero. El debate sigue abierto.

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