Con la
idea acentuada de que la gente de bien no tiene nada que ocultar de su
actividad en Internet, no nos estamos tomando muy en serio el caso de espionaje
masivo que sufrimos por parte del poder y que denunció en su día Snowden.
Imagínate
que estás yendo a tu buzón para ver el
correo ordinario, en papel y de toda la vida, y hay una persona vestida de
negro abriendo sus cartas. No es la policía, porque el caso Snowden ya nos ha
demostrado que esta gente que inspeccionaba la información circulante por Internet
trabajaba en una subcontrata del gobierno norteamericano. Sigamos con el
ejemplo; te acercas al hombre:
-Oiga, que hace leyendo mi correo, eso es privado
-No se preocupe, si no tiene nada que ocultar no hay problema.
Absurdo,
¿verdad? Nos resultaría una violación total de nuestra privacidad. Es el
correo, no una información que he publicado libremente en el tablón de anuncios
del bloque de vecinos. Digo esto último
por si alguien me saca el tema de las redes sociales.
Además,
ese hombre decide irse a tu casa, romper la puerta, registrarle los cajones y,
cuando termina, te dice que es por la seguridad nacional. “Usted”, pobre ciudadano que lleva una vida normal, no da crédito a lo
que ve. Evidentemente, deberías denunciar, por lo menos partiendo del hecho
de que no le han enseñado ninguna orden judicial ni estabas cometiendo un delito de forma flagrante.
Puede
parecerte exagerado lo que expongo aquí, pero estamos ante un asunto similar.
Leemos recientemente un titular que rezaba así: “Microsoft, Google yTwitter apoyan una campaña contra el espionaje de la NSA”.
No es algo
nuevo, ya escribí una vez sobre estas empresas y el espionaje. Si dichas corporaciones viven de la información que le damos, y resultan que
la filtran a la primera de cambio, pues el negocio peligra.
Sin un marco legal estricto en el que se aseguren nuestras libertades individuales, al final veremos como normal que nos espíen. Como siempre me pregunto: ¿Quién vigila a los vigilantes? ¿Quién regula a los reguladores? ¿Quién me asegura que esa información que me han sustraído no se utiliza de forma deshonesta?
Aunque empresas como Google se defiendan de las acusaciones
de ceder información de sus usuarios sin su permiso pidiéndole al gobierno de
EEUU más transparencia, tenemos que ponernos las pilas y darnos cuenta de que
el futuro en la red pasa por multitud de intereses, tanto comerciales como políticos,
en el que la información que volcamos da un poder inmenso.
El big data ,los datos masivos, pueden ayudar a
establecer nuevas tácticas de marketing que vendan mejor, campañas
publicitarias más efectivas, un mayor conocimiento del consumidor etc., pero
también, permiten hacer una radiografía
sociológica de aquellos movimientos que incomoden al poder.
Llamadme paranoico si queréis, pero, ¿acaso tras la
información de Snowden o Assange no hay motivo para ser desconfiado?
Fuente de la imagen: wikipedia
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