Una cuarta parte del PIB español está en sumergido. La conciencia
fiscal de los españoles es bastante laxa, fomentada sobre todo por numerosos
casos de corrupción por parte de las élites políticas y empresariales a las que
se suman las amnistía fiscales. Si los grandes defraudadores no son castigados,
¿por qué el pequeño debe afrontar sus obligaciones?
Según La Federación Nacional de Asociaciones de TrabajadoresAutónomos (ATA), “una de cada cuatro
actividades económicas en España está en el ámbito de la economía sumergida y,
por tanto, no paga ni cotizaciones ni impuestos”. Esto es un lastre para el
estado del bienestar y para la economía en general. Es competencia desleal
contra los que sí cumplen, pero, como decíamos al principio, si no pagan los
grandes, no podemos esperar que la conciencia fiscal sea muy elevada.
¿Tiene culpa de todo esto la subida del IVA? ¿Los altos
impuestos? ¿La crisis? Pues una mezcla de todo. Subir el IVA en época de crisis,
la cifra de paro, que la cuota del autónomo sea de una cantidad irracional y
que limita la generación de autoempleo, etc., no ayudan precisamente a iniciar
actividades por cuenta propia de forma legal. Todo se convierte en una
auténtica carrera de obstáculos.
Pero profundicemos aún más en la importancia de la economía
sumergida en la economía española. Como podemos leer en El Economista, “los Técnicos
del Ministerio de Hacienda (Gestha) estiman que la economía sumergida ha subido
en 60.000 millones de euros durante la crisis, hasta alcanzar un total de
253.000 millones, de forma que ya supone el 24,6% del PIB español a cierre de
2012, siete puntos porcentuales más que en 2008”.
Si nos vamos por comunidades autónomas, coincide que las que
más desempleo registran son las más proclives a girar en la órbita de lo
sumergido. Así, “por comunidades, la que
presenta una mayor tasa de economía sumergida es Extremadura, con un 31,1% de
su PIB. Le siguen Andalucía y Castilla-La Mancha, con porcentajes del PIB
superiores al 29%.”
¿Es el paro el que incita a no declarar lo que se gana? O, por
el contrario, ¿es esta actividad al margen del fisco lo que llega a tener una
economía pobre incapaz de dinamizar el empleo? Es importante saber responder estas
preguntas, puesto que luchar contra la economía sumergida en provincias con más
de un 40% de paro no sólo requiere inspecciones, sino la creación de empleo y
la construcción de estructuras productivas.
Además, que existan estos niveles
de dinero negro también es la causa o, mejor dicho, el dique de contención para
evitar una revolución social. ¿Es normar tener más de un 30% de paro en
Andalucía y que la gente no se levante de forma violenta? No, no es normal.
Pero esto no tiene que impedir a las administraciones darse cuenta del
problema. Luchar contra el fraude tiene que conllevar, además de la represión,
políticas de creación de empleo. Pero hablo del pequeño defraudador. Al que se le
hace la amnistía, el gran defraudador, tiene que ser duramente castigado con la
ley en la mano. Aquí, como es evidente, no estamos ante un problema de
supervivencia.
Desde luego, sin justificarla nunca, la creación de empleo para absorber a la población activa de un país que se dice desarrollado es fundamental para acabar con ella.
ResponderEliminarEn el caso del gran defraudador, ciertamente tiene otro origen y móvil, solo se puede erradicar, como bien dices, con leyes y controles férreos
Gracias por el comentario, Nurocas.
ResponderEliminar