Aún recuerdo cuando que me di
de alta en Facebook. Me parecía todo excesivamente raro. Mi mente no estaba muy
por la labor de entrar aquí. Ahora, pasados unos años y con la actividad tan
intensa que llevo en las redes, me parece mentira mi aversión a iniciarme en
este mundo.
La historia de Facebook
es muy al estilo emprendedor digital de EEUU, como en su día fueron las deSteve Jobs, Bill Gates y otros tantos. Un joven Mark Zuckerberg (1984) montaba
una empresa en una habitación en Harvard, y yo creo que nadie apostaba en su
momento ni un céntimo a que la red social
por antonomasia llegara dónde ha llegado.
Con 1200 millones de usuarios y un valor de unos 100.000
millones, Facebook es la red máspotente del panorama social media. Sus competidores están lejos aún, aunque en
este mundo digital nadie sabe cuánto tiempo tarda una empresa en acabar por los
suelos y perder su predominio. ¿El secreto de tanto éxito? Siempre he supuesto
que coincidió con la entrada de mucha gente que, como es de prever, luego vio muy
difícil salir y perderse todo este “mundo”. Además, al ser transversal en
cuanto a edades, ha ido incorporando nuevos perfiles que se alejan del típico
adolescente cuelgavídeos. Es una herramienta en ocasiones compleja y pesada,
pero la mayor parte de las personas que tienen Facebook no tiene por qué tener una actividad intensa en otras
redes. Eso de estar en más de una no forma parte de su cultura 2.0 y en ese
sentido Facebook tiene ventaja.
Como podemos leer en la prensa, “su negocio estriba en la publicidad relacionada con los gustos,
amistades y opiniones de los perfiles”. Es la economía de la atención, del
control de la información. Si alguien sabe del Big Data es Facebook. Sin
menospreciar la fuerza de Google, la red de Zuckerberg ha conseguido que sus
usuarios desborden sinceridad a la hora de pertenecer a grupos, darle a los likes de las páginas o hacer comentarios.
Facebook es un salón con una
ventana abierta a millones de hogares. Es transparencia total en nuestra
información, lo cual disminuye la privacidad y aumenta el riesgo de que esos
datos no se utilicen correctamente, no sólo porque se vendan a una empresa
privada, sino porque todo gobierno querrá meter
-ya nos avisa Snowden que lo hacen- sus narices en este conglomerado de
información tan valioso.
Facebook se ha
convertido en algo polivalente: espacio de contactos para ver a tus amigos,
escaparate de venta de las empresas, canal de movilización de algunos
colectivos, etc. Está tan compartimentado, que se ha generado un mundo dentro
del cibermundo. Si entras en Facebook,
gracias a las listas y a los grupos, cada vez necesitas con menos frecuencia
consultar fuera la información que te interese.
El objetivo de Mark Zuckerberg es incrementar la presencia
de su red. ¿Llegará un momento en que todo internauta del mundo tenga una
cuenta aquí? Es posible; no sé si veremos el Facebook de los 5000 millones de
usuarios, pero 1200 millones ya me parecen un auténtico planeta.
Os dejo un artículo sobre los 10 años de Facebook.
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