La obligación de un desempleado -más que la obligación, es
su principal cometido, porque si no, no estará registrado en el paro- es la de
buscar trabajo. Toda actividad que desarrolle en su tiempo de “inactividad”
laboral debe invertirlo en formarse, buscar empleo, reciclarse y un largo
etcétera de actividades que pueden ayudar a su empleabilidad.
En este país, con un 26% de tasa de paro, estamos convencidos
todos de que trabajo, lo que se dice haber, hay poco. Aun así, desde muchas
instituciones se está cogiendo la manía, que arranca desde hace lustros, de
criminalizar al desempleado como si fuera un flojo que quiere vivir parasitando
del estado. De esto se deduce que, en vez de implementar más políticas públicas
de empleo, ahora determinadas comunidades autónomas intentan obligar a los
desempleados a desarrollar trabajos “voluntarios”.
La figura de “colaboración social” se está expandiendo, y es
que tras los despidos de mucho personal en la administración y la falta de
contratación de interinos se teme que se utilice a los desempleados para cubrir
estas vacantes. El Tribunal Supremo fui
nítido en este aspecto y dictó una una sentencia “en
la que señalaba que las administraciones no pueden usar esta fórmula para
cubrir tareas habituales y permanentes, sino que deben justificar que se trata
de trabajos temporales acotados en el tiempo. Su pronunciamiento se produjo
después de que dos desempleadas demandaran a la Administración canaria por
considerar que su colaboración social había sido en realidad una relación
laboral. El Supremo les dio la razón y dictaminó que se trataba de un despido
improcedente”.
Porque la pregunta es: si se necesita gente para que colabore,
¿por qué la administración no la contrata? Pues porque tendría que pagarles y
establecer una relación contractual. Una vez más nos encontramos con la
austeridad mal entendida. Si las políticas de empleo son esto, mal vamos.
La noticia que leemos en la prensa también determina que Aragón,
Asturias, Cantabria, Cataluña, Madrid y Murcia “incluyen entre sus objetivos
fomentar la figura de la colaboración social”. Un objetivo incorporado en el eje de "Oportunidades de
empleo". “La Comunidad de Madrid va más allá y adopta también este
objetivo en el eje de "Formación"”. Claro, si no lo pintan como que
es formación, al igual que un Taller de Empleo, se estimará que esos
desempleados están trabajando, por lo que deberían tener un contrato, un
salario y unas cotizaciones correspondientes a la labor desempeñada.
Si quieren poner al desempleado a trabajar, que le hagan un
contrato; si quieren mejorar la empleabilidad, que regulen y revisen un sistema
de formación para el empleo que tras los diversos escándalos de malversación de
fondos está, desde hace tiempo, herido de muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario