La semana anterior nos enterábamos de la sanción de 1.710 millones de euros que la Comisión Europea ha impuesto a seis entidades
financieras internacionales (Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, Citigroup,
Societé Generale, JP Morgan y RP Martin) por formar un cártel que controlaba
los precios de los derivados relacionados con el Euribor y otros índices de
referencia. Total, tanto hablar de la competencia y del libre mercado para
algunos y los grandes, como siempre hacen, se terminan poniendo de acuerdo para
repartirse el mercado. Desengáñese, en las altas esferas se negocia todo para
afrontar el menor riesgo posible y obtener el mayor beneficio. Cuando nos piden
salir de la zona de confort, poco les afecta a ellos sus consejos.
Esta
cuestión de la manipulación del Euribor es más grave de lo que parece. En
primer lugar, demuestra una vez más que el capital tiende a concentrarse. Mientras
los asalariados tienen que pelearse entre ellos por sueldos de minijobs, las
grandes corporaciones rápidamente establecen sus lazos de cooperación. Es
evidente: cooperando se consigue más que compitiendo. Eso sí, USB y Barclays se
han salvado de la sanción por chivarse. Cuando se le ven las orejas al lobo,
sálvese quien pueda.
El
Euribor es un índice que refleja
teóricamente los tipos de interés -más bien la media- a los que los bancos se prestan
entre sí el dinero. La Federación Bancaria Europea se encarga de establecerlo, basándose
en los datos que recoge de una muestra de los préstamos que desarrollan los
bancos internacionales y europeos. Estos bancos son los que proporcionan la
información al órgano correspondiente, y en esta fase es en la que se supone que
han hecho trampas.
Cualquier
derivado financiero que parta del Euribor se ha visto seguramente afectado por este delito. Las hipotecas en
España -unas 6,7 millones según el Banco de España- que se encuentren referenciadas a este índice,
corren todo el riesgo del mundo de haber estado pagando más intereses de lo que deberían. Esto
supone una gran estafa, pero estamos tan acostumbrados a que la banca actúe
así, que ya nadie se sorprende.
Es
curioso cómo la historia se repite una y otra vez más. Como ya les indicaba, es
común reconocer que el capital tiende a concentrarse cada vez en menos manos.
En 1886, en la liberal EEUU, comenzó un proceso de formación de “trust”
que tenía como objetivo último el control de los precios funcionando, en la
práctica, como si fueran monopolios y oligopolios en sus mercados
correspondientes. Es evidente, como bien dice el economista Santiago
Niño-Becerra, que si bien el capitalismo es un sistema que promueve la
competitividad, el ganador se lo lleva todo desplazando, por tanto, a aquellos
inadaptados que son incapaces de seguir su ritmo. Debido a esta concentración o generación de “trust”, en 1890 se promulgó la Ley Sherman Antitrust Act como intento
de evitar la concentración del poder económico en unas cuantas manos. Niño-Becerra
concluye su análisis sobre este momento histórico afirmando que, si no se
hubiera aprobado esta ley, seguramente el sistema hubiera colapsado por completo con su consecuente extinción.
La
multa de la Comisión Europea a una banca que no para de mostrar abusos e
indecencias no es otra cosa que el reconocimiento de que todos los mecanismos
de control fallan una y otra vez. Sale rentable arriesgarse, defraudar tampoco
sale caro. El dinero de la multa se pagará como pueda el banco que, por cierto,
cuando lo necesite, ya tendrá al estado para inyectarle liquidez.
Qué
lejos queda esa teoría de la que nos hablaba Adam Smith sobre la competencia
perfecta y la mano invisible del mercado. Al final, siempre es el consumidor el
que termina pagando el pato.
@Hecjer
La cantidad impuesta en la multa es ridícula en comparación con los beneficios que han podido sacar durante ese tiempo al manipular a su antojo índices de referencia como el euribor.
ResponderEliminarDebería recalcularse de forma retroactiva y devolver los millones de euros que han sido estafados a los millones de usuarios de la banca.
Y si no los van a devolver, por lo menos que montasen un patíbulo y colgasen a esos directivos y presidentes, para resarcir un poco al populacho.
Un saludo, y enhorabuena por tan buenos artículos.
Chau!!
Gracias por el comentario, Pepe. jejjee, no sé si el patíbulo es una solución, pero desde luego hasta que no se tomen medidas drásticas con la banca más allá de ponerles multas irrisorias para ellos, esto seguirá igual.
ResponderEliminarUn saludo!