Un estudio del Servicio Andaluz de Empleo “descubre” diecisiete nuevos nichos o, más bien, sectores
económicos que tienen potencialmente alta capacidad de generar empleo en
Andalucía.
Principalmente, “los
sectores identificados como emergentes son la agricultura y la ganadería
tradicional, ecológica y los nuevos cultivos alternativos; la acuicultura; la
viticultura; la industria agroalimentaria; las energías renovables; actividades
medioambientales; actividades de la construcción especializadas; logística; nuevas
tecnologías de la información y la comunicación; I+D+i; atención social; nuevo
turismo; servicios a las empresas; servicios culturales y de ocio; nuevo
comercio; explotación minera; y formación”.
Muchos, o prácticamente todos, se encuentran definidos como
Nuevos Yacimientos de Empleo, concepto que ya analicé en un artículo anterior.
Y es que en ocasiones no salimos de aquello de lo que siempre se habla: de las
energías renovables o de la agricultura ecológica. Pero hay aún más.
El estudio tiene en cuenta algo evidente, que no es otra cosa
que concebir a Andalucía como un espacio geográfico con distintas áreas
particularmente complejas, en el que no toda salida económica puede servir. Hay
zonas de interior, zonas costeras, zonas más secas o zonas más húmedas, más
pobladas o con mayor patrimonio histórico. El informe del SAE, desarrollado en
el segundo trimestre de este año, delimita esas áreas en cuarenta y cinco áreas territoriales de
empleo y las enlaza con sectores económicos dinámicos o potencialmente
generadores de empleo. Si bien es cierto que pueden ser actividades susceptibles
de ser explotadas económicamente, yo me pregunto: ¿cómo hacerlo? ¿Serán nuevos emprendedores
los que tiren del carro? ¿Qué papel debe tener la administración pública en
cuestiones tan complejas como la logística o el fomento de energías renovables?
Para que una oportunidad se convierta en algo real hace
falta definir cómo hacerlo. Pero sigamos con los sectores. El SAE resalta lo siguiente:
- La agricultura y la ganadería tradicional, además de la ecológica y de cultivos alternativos, tienen un importante auge en veinte áreas territoriales, como las Alpujarras-Poniente, centro y Levante-Almería Norte en Almería; en la sierra de Cádiz; en las campiñas Este y Sur, el Guadiato y la Subbética en Córdoba, entre otras.
- Las energías renovables estarían presentes en veinte de las cuarenta y cinco zonas territoriales diferenciadas en Andalucía. Aquí no sólo hablamos de energía solar y eólica, sino también del aprovechamiento de la biomasa.
- La viticultura es un sector emergente en áreas de las provincias de Almería, Granada, Jaén y Málaga, mientras que la industria agroalimentaria es un sector en clara expansión en importantes áreas de todas la provincias andaluzas, excepto en Cádiz.
- La logística, enclavada en el campo de Gibraltar especialmente debido al tránsito de mercancías a través del puerto, también destaca en Antequera, Alhaurín de la Torre y Granada.
- La atención social y el sector del nuevo turismo tienen una importante proyección como sectores emergentes, estando presentes en veintisiete y treinta y tres zonas de la comunidad, respectivamente.
- La acuicultura marina se presenta como una actividad que puede convertirse en “un sector estratégico de gran importancia, debido al agotamiento de los recursos pesqueros y marinos”.
Esto son algunos, grosso
modo, pero si queréis profundizar más, os paso el enlace al estudio
completo. En el Anexo I se recogen las áreas y los sectores emergentes recopiladosen tablas.
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