viernes, 27 de diciembre de 2013

La Reserva Federal cumple 100 años



El capitalismo es tremendamente sensible a la euforia y al pánico. Cualquier comentario puede conllevar, como ya establecía la teoría del caos, una reacción en cadena a miles de kilómetros de distancia. El desarrollo en los medios de comunicación y transporte, la innovación en el sistema financiero, así como tantos inventos habidos y por haber, hacen de nuestra realidad económica y social algo muy complejo. Como intento, y digo intento, de capear el temporal económico que desata las tormentas recesionistas se fundó, hace 100 años, la Reserva Federal Americana.

En 1907, tras una grave crisis económica y bursátil, un grupo de banqueros -los más poderosos en EEUU en esa época- decidieron  idear un sistema que pudiera inyectar liquidez en casos de extrema necesidad, creando así una herramienta que aspiraba a ser el “prestamista de último recurso”. Si los bancos quebrasen, la Reserva Federal actuaría de dique para evitar un colapso en el sistema financiero y, por extensión, en todo el sistema económico.

Cuando en 1913 Wilson llegó al poder, una de sus promesas consistía en crear un gran Banco Central ajeno en cierta medida al control del sector privado y dirigido por un grupo de gobernadores elegidos por la Casa Blanca y el Congreso.

El 23 de diciembre de ese mismo año se creó la Reserva Federal. Pero, como buen  Banco Central que se precie, no sólo se limitó a ser el prestamista último en caso de necesidad, sino que se convirtió en al actor que controlaba la cantidad de dinero en circulación. O sea, pasó a ser el director de la política monetaria.

Vilipendiada tanto por liberales -que consideran que los banco centrales acumulan mucho poder y se pliegan al poder político-,como por otros sectores ideológicos, que piensan que son rehenes de intereses corporativos y privados, la Reserva Federal actuó en esta crisis actual de forma bastante diferente a como lo está haciendo el Banco Central Europeo. Inyectando  liquidez a la economía americana y facilitando unos tipos de interés bajísimos, el empleo es un asunto prioritario en la política monetaria de EEUU, mientras que en Europa, debido a la obsesión alemana, es la inflación nuestro caballo de batalla. 
Sin embargo, a pesar de una política monetaria expansiva, la inflación en EEUU estaba en noviembre de 2013 al 1,23% , no llegando en ningún mes de 2013 a superar el 2%. Esta última cifra es la que se estima como límite máximo en Europa de cara a restringir la liquidez y activar todas las alarmas. En noviembre de 2013, en la zona Euro se registró una inflación del 0,9%,  no muy inferior a la de EEUU. Además, si comparamos las cifras de desempleo entre EEUU y Europa, es posible que también nos llevemos unas cuantas sorpresas.

Si bien Milton Friedman y muchos neoliberales culpan a la política monetaria expansiva de la inflación, parece que en este caso en EEUU no se está cumpliendo esa regla. ¿Estarían mejor con restricción de crédito? ¿Estamos mejor en Europa con la actitud del Banco Central Europeo? Friedman llegó incluso a culpar a la Reserva Federal de la crisis del 29, exonerando al sistema capitalista de eso. En su libro “Libertad de elegir” culpabiliza a la Reserva Federal y a los gobiernos de todos los males, incluida la inflación, que considera que es producto de la oferta monetaria y no de la subida de salarios provocada por los sindicatos (que también son perversos).

Lo que está claro es que con la deuda monstruosa que tiene EEUU y la crisis profunda que atraviesa Europa es hora de plantearse muchos dogmas. Mientras tanto, seguiremos estudiando y aprendiendo de errores pasados y previsiones futuras.


 

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