Fuente: el diario.es |
Como es normal en tiempos de crisis, si ya cuesta bastante
coger un coche y llenarle el depósito, decidir cruzar una autopista de peaje es
algo prescindible si se cuenta con la autovía pública de toda la vida. El
negocio del peaje, privatizado, no es como el de cualquier empresario que monta
un proyecto y que, si le va mal, apechuga con las pérdidas. Aquí, como en la
banca, el estado ha decidido socializar pérdidas nacionalizando las autopistasde peaje deficitarias.
Los dueños, hasta ahora, de las autopistas deben 4.600
millones de euros. El estado se quedará con la deuda a condición de vivir una
quita del 50%. Aun así, más de 2000 millones de euros es mucho dinero para
gastarse en algo ligado al pelotazo de la construcción y a esa forma de hacer
dinero de muchos en España: muy pegados al Boletín Oficial del Estado y a los
amigos políticos, a pesar de ir luego de liberales.
Este despilfarro, y no el de las políticas activas de
empleo, es lo que ha hecho que España tenga al día de hoy unas tasas de paro
descomunales o un elevado índice de pobreza.
Somos el segundo país de la UE en tasa de pobreza infantil -según un
estudio de Cáritas- tras Rumanía. El riesgo de pobreza entre nuestros menores
de 18 años se situó en “2012 en el 29,9%,
casi nueve puntos por encima de la media de la UE”. En este sentido, no
sólo el paro es motivo de exclusión, podemos leer que “el 12% de la población que trabaja no gana suficiente para escapar de
la pobreza”. Los bajos sueldos y la precariedad también condenan a la gente
a vivir en situación extrema. Si sumamos el parado, el parado que no cobra
prestación y el precario con apenas recursos para vivir, la situación es
desoladora: “11,7 millones de personas
en España están afectadas actualmente por distintos procesos de exclusión
social”, lo que supone 4,4 millones más que en 2007.
¿Y qué dice el gobierno ante este último dato? Pues elministro de Economía se ha pronunciado comentando que el informe de Cáritas eserróneo. Sí, eso dice, que estos datos están sobredimensionados. ¿Será que
Cáritas es una organización radical?
Cuando se rescatan inversiones multimillonarias y no se
rescatan colectivos sociales muy mayoritarios que lo están pasando mal, algo no
funciona. Esto no es cuestión de PSOE, PP o del partido que sea, es cuestión de
dignidad de país. No podemos destinar los recursos de una nación a unas élites
-banca, corporaciones, etc.- estando como estamos. Está claro que la política
está para quien tiene poder, pero, ¿sale este poder de las urnas?