Ya está disponible mi nuevo artículo en eProform. Esta semana ha tocado reflexionar sobre la formación y las Nuevas Tecnologías relacionadas con el empleo.
En un artículo reciente del periódico 20 minutos pudimos
leer algunas opiniones que analizaban cómo, cada vez más, el verdadero reto en
la nueva era informática y tecnológica que vivimos al calor de Internet no es
otro que el de la formación. Aprender a movernos por estos nuevos escenarios es
crucial.
Creo que la formación no sólo debe circunscribirse a usar
herramientas tales como las redes sociales o el blog, también requiere una
formación transversal muy importante:
- Saber
escribir correctamente y sin faltas de ortografía. Hay que desempolvar los
apuntes de gramática. En mi caso, cometía errores de bulto cada vez que
escribía, pero he ido depurando esto. Puedes ser una máquina utilizando Pinterest
o Wordpress, pero si te comes las tildes, es posible que tu trabajo no
sea tan bien valorado.
- La
información está en la nube cada vez más, por eso mismo hay que cuidar lo que
se dice, controlar la privacidad y separar muy bien la vida personal de la
profesional en las redes sociales. Si sólo, recalco lo de sólo, te
interesan las redes sociales para el cachondeo, es mejor no intentar tener
perfil profesional en ellas (a no ser que seas cómico).
- Para
filtrar la información hay que dominar las herramientas, pero también es bueno
recurrir a fuentes oficiales para contrastarla: prensa, enciclopedias fuera de Wikipedia,
etc. Aun así, siempre hay datos que se escapan.
Según el artículo al que aludía, “profesiones como la
informática o el análisis de datos figurarán entre las de mayor demanda en muy
pocos años”. Pero esto no quiere decir que nos hagamos todos informáticos,
es imposible y, si lo hacemos, ya sería una formación que no serviría para
encontrar empleo: habría más oferta que demanda. Pero este dato sí demuestra
que los nuevos escenarios laborales que se están abriendo necesitan
urgentemente una reestructuración hacia el mundo tecnológico.
Veo muchas empresas que, teniendo en cuenta lo que he podido leer de expertos en el mundo social media, cometen graves errores en las redes sociales: no contestan los comentarios, no dinamizan, no actualizan o, simplemente, las utilizan como canal de spam. Esto significa que, además de conocer programas informáticos, hay algo que se llama dotes comunicativas que en el 2.0 toman especial relevancia. Saber dialogar, escuchar activamente, es imprescindible en Internet. ¿Dónde se aprende eso?
Observo, en el otro lado de la balanza, cómo muchos usuarios
sólo tienen los canales sociales para echar pestes de todo el mundo, como si
eso consiguiera, más allá de un desahogo instantáneo pero efímero, convencer a
los demás de que le resuelvan sus problemas. A veces puede funcionar; muchas
otras, la mayoría, no. Hay que diversificar.
Plantearnos los social media como un escenario obligado para nuestro desarrollo profesional exige formación, mucha formación, pero también que nos guste. Un blog es social media tanto como Twitter. Aunque el primero sirva mucho más para, por ejemplo, configurar un currículum, el segundo puede ser un buen instrumento para conectar con gente. No se trata de ser un experto diseñador informático para que nuestro perfil sea empleable; se trata de que, seamos lo que seamos, estas herramientas nos resulten de ayuda.
Os dejo un artículo publicado por Expansión que habla de los
perfiles profesionales más demandados por las empresas.
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