Hace tiempo me comentaba un empresario que
eso de las redes sociales no servía para vender. Es posible que, en su opinión,
este mundo cibernético fuera más un producto de alocados jóvenes que un buen
canal de marketing. Yo estoy en total desacuerdo, pero, claro, todo depende del
uso que se le dé.
Si utilizamos los social media sólo para dar la vara con nuestra publicidad es posible
que obtengamos un rechazo rotundo por transformar nuestra información en spam intrusivo.
Facebook ,Twitter, Linkedin o la red que se precie no dejan de ser parte del
mundo 2.0. La idea fundamental es establecer conversaciones y generar una
comunidad de seguidores que apoye una marca, un proyecto o una idea. Es en la
interacción con la gente en lo que la empresa encuentra una poderosa herramienta
de promoción y, lo que es más importante, un mecanismo recolector de información sobre el desarrollo de sus
productos. La escucha activa es el mejor sondeo de opinión.
El manifiesto Clue Train, que tantas veces comento,
establece una serie de axiomas que más vale tener en cuenta, sobre todo a los
emprendedores. Uno de los principales considera que el mercado -el de ciudadanos, no el abstracto que especula con la prima de riesgo
y no sabemos quién es- está formado por personas individuales que buscan
satisfacer una necesidad, seres humanos que conversan. Igual pueden hablar bien
de ti, que pueden ponerte verde y arruinarte un producto. El temor a una crisisno puede hacer que una empresa viva aislada de Internet, pues, al fin y al
cabo, está cerrando un canal para hablar con su público objetivo.
Como dice Alfonso Alcantara, Yoriento, estar en la Web Social es barato, no estarpuede salir caro. Todos, desde clientes hasta vendedores, estamos vinculados a
un mismo espacio virtual. A muy poca distancia, establecer contacto con unos u
otros es cuestión de hacer clic con nuestro ratón. El coste es el tiempo que se
dedique a conversar, a compartir contenidos y a recibir una información muy
valiosa por parte de actuales o potenciales clientes.
Entonces, ¿por qué ese miedo a las redes sociales? Parece que las grandesempresas están aterrizando en ellas de forma lenta y paulatina, pero no termina
de cuajar este affaire. Yo creo que se debe a varios factores, no sólo
el miedo del que os hablaba antes. El primero de ellos es que todavía es algo
tan reciente que nos ha pillado a todos un poco con el pie cambiado. En
cuestión de pocos años, hemos pasado de la máquina de escribir al 2.0 a la
velocidad de la luz. Pero también creo que es una cuestión generacional.
Conforme los nativos digitales vayan incorporándose a puestos y cargos de
responsabilidad en distintas administraciones, tanto públicas como privadas, el
dinamizar perfiles de redes sociales se introducirá poco a poco en este mundo
hasta verse tan normal como las tarjetas de visita.
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