Vaya, parece ser que tantos años luchando por el voto y la
democracia en España y resulta que estamos más pendientes de quién gana en
Alemania. También ocurre cuando hay elecciones en EEUU. Cosas que traen la
Unión Europea y la globalización, qué le vamos a hacer. Pero tengamos una cosa
clara: luego son los mercados los que tienen que dar el visto bueno a todo
resultado electoral.
La victoria de Merkel era algo anunciado. Su incremento de
votos con respecto al 2009 ratifica, ante todo, el “éxito” de su gestión a la cabeza del país
germano o, por lo menos, eso es lo que dice cierta prensa especializada. Otros
establecen que es el triunfo del neoliberalismo y del austerticio
Habría que
retrotraerse a la Alemania de Adenauer para ver un resultado tan favorable a la democracia cristiana -a pesar de que
esta vez no cuenta con mayoría absoluta-. La cuestión es que, a pesar de los
minijobs y la precariedad laboral, Alemania tiene unas tasas de desempleo
bajísimas y una de las economías más potentes del mundo. Estos datos
macroeconómicos unidos a la inflexibilidad e intransigencia de Merkel ante los
“alocados” países del sur, le ha dado una imagen de solidez ante muchos
votantes. La oposición tampoco ha esgrimido un gran desafío, a pesar de que
sumando todos sus votos podrían destronar a la canciller.
Si ampliamos el foco, se está expandiendo un sentimiento
antieuropeo por todo el continente. Una población recelosa del poder de unas
élites político-financieras muy poco preocupadas por las cuestiones sociales es
cada vez más escéptica ante el futuro de la Unión. ¿Alemania contra Europa o
Europa contra Alemania? ¿O quizás la
pregunta más acertada es: los mercados contra la ciudadanía o la ciudadanía
contra los mercados? Más allá de cuestiones patrióticas, a veces no son las
naciones las que deciden. El mensaje de que españoles, griegos y portugueses
tenemos la culpa de cómo estamos, puede hacer que la UE no coja el toro de la
crisis por los cuernos y haga algo distinto a lo que lleva decidiendo desde el
2008. El hundimiento de Grecia y nuestra delicada situación dibujan un horizonte
muy poco estable. En el sur empieza a verse a Europa como el gran problema; en el norte,
también.
Prosigamos con Alemania. Aunque el descalabro de los
liberales obliga a Merkel a entenderse con el resto de fuerzas políticas, no
parece nada descabellado que se repita la gran coalición con los
socialdemócratas. ¿Qué consecuencias tendrá esto para nosotros, europeos del
sur? Pues parece que, a priori, vamos a seguir con una política económica
basada en los recortes y un euro que nos va a estar dando muchos quebraderos de
cabeza. Pero las previsiones en política son muy difíciles. Vamos a analizar
mejor el resultado de las elecciones:
Fuente: diario el país.
Como podéis ver, el gran triunfador indiscutible de estas
elecciones es el CDU/CSU, con 311 escaños y un 41,5% de los votos, 72 escaños y
un 7,8% más de votos que en 2009. En segundo lugar, el SPD cuenta con un 25,7%
de los votos y 192 escaños (en las anteriores elecciones obtuvieron 46 escaños
menos). Como tercera fuerza política, Die Linke (La izquierda) ha obtenido 64
escaños y un 8,6% de los votos, reduciendo su representación en relación al
2009 en 12 escaño. Los liberales del FDP desaparecen del parlamento y Los
Verdes se quedan como cuarta fuerza parlamentaria con sus 63 escaños y 8,4% de
los votos, perdiendo 5 escaños y un 2,3% de respaldo. El total de escaños son
630 y la mayoría absoluta se establece en los 316.
Las coaliciones son amplias: en primer lugar, el SPD podría
pactar con Die Linke y Los Verdes. Sin embargo, Klaus Lederer, máximo
representante de Die Linke en el estado de Berlin, en una entrevista al El
Diario.es, ya fue rotundo ante un pacto con los socialdemócratas: "No
pactaremos con los socialdemócratas para ser culpables de una política
antisocial", reza el titular. El líder izquierdista estableció así una serie de líneas rojas ante un hipotético
pacto con el SPD. Pero, claro, esto era antes de las elecciones y de saber que
Merkel se ha quedado a 5 escaños de la mayoría absoluta.
Concluyendo, un gran gobierno de coalición parece ser la vía
más sólida para garantizar la gobernabilidad de Alemania, pues no parece que la
CDU/CSU pacte con Los Verdes -a pesar de que ya lo han hecho en determinadas
regiones-. Si el resto de socialdemócratas europeos copian el hipotético pacto
alemán, ¿veremos en España un pacto PSOE-PP? Quién sabe, pero poner, seguro que
se ponen de acuerdo en cuestiones de corte económica.
Pues nada, tras la fiesta electoral alemana, ¿y
ahora qué?
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